sábado, 7 de abril de 2012

Momento jamás vivido


Estabas ahí, sentada, mirando aquella vista, hasta donde tus ojos alcanzaban sin poder ir más allá de donde se quería. ¿Por qué se impide llegar hasta la lejanía de lo que se quiere alcanzar? De repente apareció lo que nunca se imaginaria, era un anciano; era de aquellas personas en la que la experiencia vale más que los años, y que los mismos años producen esa experiencia. Con bastón en mano, sombrero, traje elegante, se sentó al lado tuyo y empezaron a hablar.
La vida no es tan difícil como parece, ni como nos la quieren vender. En el mundo de ahora lo que más caro pagas más dura, pero ¿crees que eres capaz de pagar la vida? Ahora, si siembras un huerto de vegetales o frutas, no crees que sea mejor y más alcanzable que comprarlos en el super. Por lo tanto, si siembras tu propia vida, recogerás frutos únicos y propios, es gratis. ¿No crees que sea mejor?
Pueda que necesites dinero para pagar por tener ciertas comodidades, ciertas cosas y ciertos logros. Pero intenta al menos pasar un día sin dinero, ¡experimenta!... A pesar de que tu cuenta en el banco, cuente con mucho dinero, que en tu bolsillo no quepa todos los billetes y que tu billetera esté a punto de explotar, vive días como si no lo tuvieras, inventa planes en los cuales admires el lugar donde te encuentras, inventa planes en los cuales disfrutes de una manera única. Eso no quiere decir que te conviertes en un egoísta y tacaño. Ten en cuenta que para todo hay un lugar y momento.
Cada vez que el anciano pronunciaba palabra, iba rejuveneciendo poco a poco. Tu un poco anonadada por lo que sucedía, pensabas si todo esto que pasaba era real o era producto de un sueño, después de quedarte dormida dentro de tu carro frente al mirador, decidiste agarrarle la mano a aquel señor de 30 años, mirarlo a los ojos y ahí descubriste que si era un sueño podría ser el último … más bello de todos.
Aprovecha la persona en el tiempo que transcurre, acuérdate el tiempo sigue siempre adelante y nunca se devuelve, no se recupera y se pierde. Por eso los recuerdos son una de las cosas más importantes que el ser humano guarda en su caja fuerte de la vida. Acuérdate de aquellas personas que por algún motivo pierden la memoria, ¿sabes cuánto sufren?. No, ni ellas mismas lo saben, acaso se pueden acordar de algo. Entonces sus vidas para sí mismos, perdidas han quedado. (Replicaba aquel señor)
Si quieres a alguien dilo, si amas aún más grítalo. Quizás pasen por tu vida un sin número de personas, pero por algo sucede y aprovecha, el ser humano es tan valioso, un mundo infinito que no se alcanza a conocer completamente.
 Sin pensarlo, desde el fondo de tu corazón broto una palabra que pensándolo bien y analizando sus actos, jamás habrías dicho. ¡TE QUIERO!. El joven de 23 años fijando su mirada suavemente en tu alma, se acercó. Tú te le abalanzaste y le diste el más extraño, apasionado y grandioso beso que él jamás había recibido.
El fuego de dos cuerpos, es lo que solo dos cuerpos pueden consumir. Aun mejor, a la mirada de la luna que sigilosa, oculta los miles de secretos de tan solo una noche. Desencadenando sus más íntimas y oscuras pasiones que se hacen vibrar al son del melodioso ritmo que cuerpo con cuerpo produce. Y que aun cansado continua hasta sentirse plenamente extasiados en lo más sublime de sus retorcidas mentes.
Y allí tú lo volviste a besar, pero esta vez no eran besos de sentimiento, eran besos de pasión, besos carnales que le dabas a ese joven de 19 años. Y qué momento tras momento sentías lo innombrable, con el pasar del tiempo fueron uno en un momento.  Allí fue cuando él sin previo aviso desapareció, pero créeme no salió corriendo y te dejo sola en frente del amanecer. Literalmente desapareció, fue como humo al viento elevándose y desapareciendo.
Eso fue todo lo que sucedió, que pena que no lo puedas recordar, son de esos tesoros que jamás podrías perder. Pero por alguna razón, lo olvidaste y tu memoria no funciona. ¿Que te ha pasado bella? Tu decisión marco el momento más sublime, etéreo  que jamás habrías podido tener. Lo único que te queda son mis pronunciadas palabras, que revotan en tu mente, preguntándose si pudo ser verdad.


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