sábado, 23 de marzo de 2013

Condéneme


En estos momentos preferiría irme a dormir, no sé qué diablos escribir, acabo de borrar dos páginas porque no tenía sentido lo que escribía y quiero escribir… Siempre digo que todo es importante porque en algún momento del tiempo su existencia valió la pena… por lo tanto acabo de matar las letras… soy una asesina de palabras…

Me declaro culpable señor juez, en realidad tenía la idea pero la fui perdiendo y terminé hablando de Carlos y Felipe… ¡Por Dios!, de Thomás y de Simón, ¿ah?... impóngame la pena que mejor considere, es que en serio algo faltaba de mí en ese escrito y algo no me completaba…

Son las 9:40 aguardo en mi morada y bueno, trato de escaparme del frío de la noche que por estos meses sabe jugar y penetrar hasta el más escondido hueco de la casa… frío juguetón y ganoso, no sabe hacer más que entrar y molestar los huesos, hace que gastemos fuego, café o en su excepción té… pero mejor, hace que gastemos en abrazos, caricias, hace que por fin el ser humano sienta otra persona diferente a él, hace que no importe el lugar o lo más arreglado que nos encontremos, tan solo nos une una vez más… Por eso castígueme una vez más, porque a pesar de asesinar las palabras, engañé al frío  lo aleje de mi morada, impedí sentirlo no de la forma en la que él y nosotros gozamos, sino que seguí siendo yo y yo y nada más…

Le niego estar junto a mí, le niego disfrutar de los placeres de la vida… y bueno, es un hombre comprometido que los disfrute con ella; pero verdad que lo único que ella le da son miserias, y es que … que se puede esperar de una mujer a la cual se le ha impedido sentir y peor, que se puede esperar de una mujer que desea a otro en vez de a él… cargue eso a mí sentencia señor juez.

Y a ese otro, ¡ja! Es que él es peor y bueno mi moral me impide entregarme, ¡pobre! Él solo tiene que dar porque esa mezquina y tacaña cómo le dará lo que una mujer puede brindarle, la iglesia por más que quiera no llegará a competir con una mujer… o bueno, sabiendo eso se ha valido de la mejor artimaña, ha impuesto uno de los grandes castigos hacia la humanidad, por la cual son pocos los que se atreven a violar la moralidad. Pero ahí si lo lamento… eso señor juez quizás me salve, pero añádalo para mi castigo.


Condéneme por vivir y no querer respirar el aire que muchos respiran, condéneme por quererme escapar sin que nadie sepa a donde me dirijo, condéneme por querer tener una sonrisa día y noche, condéneme, pero por favor condéneme porque de no ser así… mire, le juro que cumpliré cada uno de mis deseos y para mal suyo y de la humanidad seré por siempre una mujer feliz…

viernes, 8 de marzo de 2013

Entre sueños


Y ni se por qué he llegado a sentir lo que estoy sintiendo, un sentimiento pecador e ilógico, quizás sea un capricho, eso es… un capricho. La luz de repente invadió mi rostro y mi mente, no dejo de pensarlo, de imaginarlo… está ahí día y noche… maldita enfermedad, vicio que lentamente mata mi tiempo.
Ayer te vi y maldita sea no eres nada… ahí vi que no eres tú, mi vicio, mi capricho no eres tu… es mi mente, juega sin parar imaginando… ¿qué hacer cuando tu capricho es una ilusión?
Ese día te veías tan inimaginable, observaba tu rostro, tu boca, tus ojos… que loca fantasía… no lo podía creer, simplemente no podías ser real, un hombre tan real y enfrente mío… decidí hablarte: Ho…
Ringg ringgg, “¡Claudia llevas 15 minutos de retraso, te necesitamos aquí urgente!” - Lo sabía, no podía ser real…
Caminaba hacia el trabajo, pase y recogí el café que siempre tomo: señorita va como tarde ¿no me diga que se le pegaron las cobijas? hace mucho no le pasaba, desde aquel trágico accidente… disculpe no quería recordarle, mire le tengo los chocolates que más le gustan, Claudita que tengas un excelente día
- Gracias Luchito-
Crucé la calle, era él… no podía estar más convencida, por fin… ese hombre que hace que mis oscuros pensamientos sobresalgan, naden hasta la orilla y se revelen … su cuerpo, sus brazos, esos fuertes músculos, la forma en que camina, en que mira… mirada profunda apasionada… Ho… -
-¿Claudia?, ¡Claudia despierta!, ¿estás bien?-
De nuevo (…) si, lo estoy. Es solo que dormí mal y aun el sueño me vence (…)
No podía ser, de nuevo, ¿es que tendré que llevar esta maldición a cuestas? Jamás te tendré tan cerca, frente a frente… ¡es que ni existes!... ¿Cuánto más mi hermosa mente jugará conmigo?, ¿cuánto más hará de mi vida un infierno por minutos?... ¿de  dónde saldrás? ¿Alguna vez te vi?, o ¿cómo mi mente hace para imaginarte tan perfecto? ¿Cómo mis sentidos hacen para recordar cómo se siente cada ángulo de tu cuerpo?
Buenos días señorita, hoy si madrugó… mire su café y sus chocolates, esos que tanto le gustan…
- ¡Gracias Lucho!, oh mira ese hombre de allá, dígame por lo que más quiera, que es real…-
Es real señorita, es su novio… bueno era
-¿era? ¿Como así que era? por qué no recuerdo… ¿por qué terminamos?...
Claudita, él es real en este plano, acuérdate que la realidad no es solo lo tangible… pero en el otro lado él está muerto… muerto…
-¡Claudiaaaa! Claudia, tú no estás bien, estas recayendo… debemos ir a la clínica…
¿Recayendo? ¿De qué hablas? Si yo estoy bien, solo que Lucho me estaba hablando… ¿dónde está Lucho?...
-¿Cual lucho?
Lucho el de la tienda, el que siempre me da mi café y mis chocolates…
-¡Claudia! Lucho murió en el accidente… junto con David…
¿Qué accidente?, ¿Quién es David? ¿De quién mierda me hablas?... ¿Dónde estoy?
-Claudia estas en la oficina, acompáñame vamos a la clínica…
_Hola Claudita, ¿otra vez por acá?, si recuerdas quien soy…
-          Pedro, (como mierda sé quién eres, si no te recuerdo, asombrada he quedado al decir tu nombre) creo que sí,- respondí
No te preocupes, ya ha pasado más de una vez… soy tu psiquiatra… así que acompáñame que vamos a hablar un rato… la última vez que saliste de aquí, me prometiste que ibas a ser responsable con tu medicación y que no la ibas a dejar, que sabias y recordarías todo y que ibas a rehacer tu vida… esta vez, no te podré dar todas las libertades que una vez te di, es hora de que te hagas cargo de las consecuencias y que aceptes la ayuda que te damos… sé que no es fácil y menos si no comprendes lo que está sucediendo, pero debes creer en nosotros…
-          ¿La última vez que salí de aquí? Acaso cuantas veces he estado… que putas me está diciendo, que confíe en alguien de quien solo recuerdo el nombre, jaja me están jugando una broma muy pesada doctor, más bien déjeme ir que tengo que hablarle a un hombre…
¿A David?, no lo recuerdas verdad… él era tu novio, próximos a casarse, iban esa mañana rumbo al trabajo, entre sabanas había pasado las horas y se les hizo tarde… cogieron el carro, manejaron a más de 80 km/hr… no podías seguir sin recoger el café y los chocolates donde el señor que siempre te los vendía… El freno no sirvió, no pudieron hacer nada y fueron a dar directo sobre la tienda de aquel señor, los dos hombres murieron y tú mujer, has quedado en este mundo con la maldición de no tener lo que tanto has amado y verlo en vagos recuerdos como un extraño al que quieres poseer. Ahora entiendo porque no seguiste con los medicamentos, te hacen olvidarlo… pero Claudia la maldición es algo que no debes cargar, debes dejarlo volar… ya ha pasado el tiempo de los dos…

(…)

Ringg Ringg, Claudia han pasado 30 minutos y nada que llegas, ¿vas a venir o no?