Era el momento donde ella quería contarle a la noche uno más de sus secretos. Esta noche, es noche de un cierre —le decía tranquilamente— y no es falta de cariño, eso jamás será.
Hoy quiero decirte que
desde el principio todo fue natural; nada más como ella, la noche, y sus escritos sabían y reflejaban lo que antes pensaba sobre
este ámbito y el giro tan inesperado que dio, pero también conocían el ritual.
Hoy me agradezco, la miraba con sus ojos aguados y el corazón confiado, me y le agradezco haber vivido cada segundo de esto.
Muchas veces no tenemos control directo sobre las situaciones que llegan a nuestra vida, sin embargo nuestra decisión influirá en las vivencias, que como todo se convierte en aprendizajes para continuar en este camino.
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Expresaba con esa tranquilidad pero con la afectación que únicamente en soledad conocen de ella y continuó con su secreto—Son muchas las veces que fantaseo con salir corriendo y encontrarle donde quiera que esté, pero claramente
no depende solamente de mí, por ende solo quiero que atiendas a lo que diré…
Aun no se puede dejar de lado los recuerdos y es tan extraña la memoria que trae al presente cada sensación vivida con todas las locuras que sucedieron, sin embargo, el hecho de ver que está bien y alegre, me llena inmensamente el alma, sabes, me habló de un sentimiento diferente y lo voy entendiendo…está creciendo pero libremente, desde
el punto de vista de lo que se alcanza a observar.
Jamás acabaré de agradecer por todo lo que he aprendido en el tiempo.
Y no es falta de cariño, Te amo con el alma y en nombre de ese amor fue el signo que quedó.
