martes, 20 de marzo de 2012

Zapatos



Y ahí me encontraba yo! Entre semana, el  mismo lugar en transmilenio, transcurriendo el tiempo como toda la gente de la capital, cada una preocupada por sus cosas, sus problemas, sus deberes, el amor, el estudio, la familia en fin... cuantas cosas…
De repente me fije en la ventana, mire todo ese camino que siempre transcurso, y ahí estaban…  sin dueño, botados… tan solos!!... Un par de zapatos. Sus posiciones inusuales cada uno dirigía su punta mostrando el norte y el sur. ¿Por qué estarían esos zapatos ahí?, quizás algún indigente de esta gran ciudad los dejaría botados... o quizá querrían decir algo…obviamente no podía bajarme y preguntar, iba tarde para clase.
Pero esa inquietud me rondo todo el día, la semana... hasta que como la mayoría de las cosas de las cosas que divisamos, se olvidó.
Un día, transcurriendo el tiempo en un transmilenio, volví a divisar por la ventana, vaya sorpresa me lleve, eran un par de zapatos, pero esta vez eran zapatos de mujer, inmediatamente los asocie con aquellos que había visto hace unos días atrás. Estos nuevos zapatos estaban en la misma posición de los anteriores.
Me volví a preguntar, ¿porque están esos zapatos ahí?, ¿el mismo indigente los habrá colocado?, ¿querrá decir algo la posición de esos zapatos?... ¿porque soy yo quien los ve?, o, ¿Por qué soy yo quien me cuestiono?
Me baje del transmilenio en la misma parada donde se encontraba cerca esos zapatos,  camine hacia ellos observando todo a mí alrededor, me creí una detective. Llegue al frente de ellos, mire y en uno de estos zapatos había una pequeña nota.  Observe si había alguien cerca, me agache a cogerla, la cogí entre mis dedos, la abrí y la leí.
En esa hoja, un poco sucia, arrugada estaban escritas las siguientes palabras:
¡Amor!.  Sea de norte a sur, de sur a norte, de occidente a oriente, de oriente a occidente, a donde vayas, a donde mires, a donde bajes, a donde subas estaré recorriendo tus pasos junto a ti.
Alce mis rostro y estaba él, él… corrí a  su lado, lo abrace! Nos hundimos en un largo beso y en ese beso desperté!
------¡Maldita sea!----------
Maldita sea despertar, sabiendo que no estás. Maldita sea, sabiendo que jamás volverás, sabiendo que muerto estas. Los muertos jamás vuelven, no se encuentran caminando entre calles, saludando a vecinos, transcurriendo en el tiempo para llegar a sus destinos.
¡No!, los muertos no vuelven.  No dejan un juego de zapatos para que una mortal descifre lo que quieren decir. O si?...
¿Estas muerto?... Si..., pero sigues vivo en mi corazón. Quizás sea una loca y me este imaginando todo. Pero algo si es verdad esos zapatos estaban allí, en esas posiciones. Yo los vi.
2010-03-12

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