domingo, 18 de marzo de 2012

Rutina

Más que un crimen 
Como todo, las cosas vienen por pura….como decirlo ¿aventura, casualidad, destino?.. Así empieza la historia de Rafael, una mañana se despertó, después de hacer su típica rutina bañarse, alimentarse… salió rumbo a trabajar, nada parecía fuera de lo normal, todo era tan rutinario, todo era lo mismo, la misma casa de la vieja, el mismo perro a la entrada de la tienda y la misma silla donde se sentaba a esperar que sus clientes llegaran por los víveres que el vendía.
Después, al cumplirse su tiempo de trabajo, se fue rumbo a su casa igual como todos los días pero algo fuera de lo común lo aguardaba, una invitación a una de las más prestigiosas fiestas del pueblo. Presuroso decidió bañarse y arreglarse, era algo fuera de lo común, era algo muy importante, era una fiesta. Había que estar bien presentable para ello.

Cuando salió tomo su coche y llego a el lugar, diviso quienes estaban allí pero no vio a ninguna mujer de su edad, todas eran muy ancianas para él. Entro, saludo y salió de nuevo, metió su mano al bolsillo saco un cigarrillo, un encendedor y se dispuso a fumar. De repente vio parquearse un carro justo en frente de la puerta de la residencia donde se celebraba la fiesta; de allí vio bajar a una muchacha, su edad 14 años (imaginó) era una joven muy bella, la cual lo dejó impactado, ella lo vio de reojo y entro a la fiesta. Rafael le siguió, pero como no iba con ella, se aparto y se dirigió a la mesa de comidas y licores, comió y bebió. Luego volvió a salir a fumarse otro cigarro. Pero, esta vez no salió solo, detrás de él, lo venía siguiendo la joven. Rafael se detuvo en la acera voltio la cabeza y la saludo: ¡Hola! A lo q ella respondió con la misma palabra. ¿Como estas? Preguntó él, un poco mareada contesto. ¿Como te llamas?...Valentina, respondió inmediatamente. ¿Cuántos años tienes? ... pregunto de nuevo Rafael…pero ella jamás respondió; por un momento nada se escucho, todo se convirtió en un silencio infernal.
Rafael se acerco a la niña, la miro y le pregunto: ¿Quieres un abrazo?, ella se acerco como si accediera a lo que él le decía, entonces juntaron sus cuerpos y se abrazaron, luego ella levanto la mirada sus ojos reflejaban la ternura de una niña, pero la pasión de una mujer y presurosa junta sus labios con los de Rafael y se volvieron a unir en un largo beso. Después de esto se escucho de nuevo un silencio pero ya no era como el de antes, ya estaba lleno, ocupado por dos almas que se encontraban y que al estar juntas no les importaba nada más. 
Al terminar Valentina mirándolo fijamente a los ojos le dice: ¡eso es lo que querías!, a lo que Rafael respondió ¿Era lo que tú querías?, después de eso no se dijeron mas, juntos entraron, Rafael la invito a bailar pero ella se negó; ya era el fin de la fiesta, Rafael salió a fumarse su ultimo cigarro antes de despedirse y allí estaba Valentina esperándolo… y paso un minuto… ella se lanzo sobre él, lo beso de nuevo y se marcho, sin un Adiós, sin un hasta luego, sin despedirse, lo dejo ahí en la calle con su cigarro solo y atónito. Y así pasó la noche entre besos y copas de alcohol, entre mujeres y tabacos, entre jóvenes y adultos.

A la semana siguiente después de la típica rutina bañarse, comer, salir, ver la casa de la vieja, ver el perro al frente de su tienda, abrió el portón, entro, miro la caja para ver con cuánto dinero contaba, alzo la mirada y la vio…. Ella tan igual, con su ternura, tan joven, tan misteriosa. Y le hablo:… le dijo que quería estar con él, que quería que se dieran una oportunidad. Rafael no dijo una sola palabra tan solo se acerco a ella y la abrazo, confirmando a la petición que ella había planteado. Pasaron las horas, pasaron los días, pasaron los meses, se formo una relación, se fueron conociendo poco a poco. Después de un tiempo la rutina, el cansancio, el no poder estar en esa relación, conllevo a la decisión de alejarse, apartarse, pero Valentina nunca entendió la verdadera causa de por qué pasaba esto.

Un día Valentina salió a buscarlo; quería cobrarse del daño causado, de repente pensó en el lugar donde más frecuentaba Rafael, se dirigió allá, entro voltio su cabeza hacia la mesa cerca a la barra y allí estaba él, de nuevo junto a esa mujer con una cara de felicidad, ella pensó…, reaccionó saco el arma uno dos tres cayó Rafael, uno dos cayó la mujer, uno cayó ella. Todos quedaron sorprendidos, pasmados nadie se esperaba que Valentina una mujer tan tranquila, fuera capaz de cometer semejantes actos.  

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