viernes, 30 de marzo de 2012

Caminando


Y ahí estaba yo, caminando en la verde pradera con un magnifico solo que alumbraba el camino y hacia que mi cabello se viera rojizo, de alguna forma sentía que mis ojos alumbraban mi ser al reflejarse con esa luz y me sentía magníficamente feliz, me sentí libre.. Extendía mis brazos como dando la bienvenida y acogida a lo que venía.
De repente, escuche aquel sonido que jamás se borrara de mi mente. Me asusto con tal impresión que quede pasmada y todo mi cuerpo se congelo. Era el llanto terrorífico que resulta después de escuchar y saber que la bala acaba de salir del arma y termina consecuente en su destino. Mire fijamente y estaba ahí, aquella mujer dirigida fijamente, congelada frente al cuerpo. El cuerpo, congelado en el suelo con la mano en el corazón, después de recibir lo que acabaría por fin con él. Ella lloraba, intranquila, asustada, incomprendida después de lo que acababa de suceder, él la miraba fijamente, pero no con ojos de odio, vergüenza o incomprensibles ante semejante suceso; más bien era la mirada de aquel ser despidiéndose hasta un pronto reencuentro, la mirada de un sigue adelante, yo estaré bien, nos veremos tu sabrás donde!!.
Ella se dio vuelta y me miro, yo estaba asustada ante semejante sonido y temerosa e intrigada al ver semejante suceso. Salió corriendo a donde me encontraba (unos pocos metros, en el camino) me agarro la mano y me dio el arma, me indico que con esa arma había matado al hombre de su vida, la única persona en el mundo que  la acompañaba, que le daba seguridad y que había amado.
Pero si es la persona más importante, que no quieres perder… ¿por qué acabar con ella, si sabrás que jamás estará de nuevo a tu lado? Y me explico…. Él acababa de enterarse que tenía una terrible enfermedad, que poco a poco, acababa con sus órganos vitales, su integridad física, psicológica y hasta con su propia autonomía, autoestima y su ser. No quería que el amor de su vida, tuviera una carga tan pesada en el trascurrir del tiempo, por eso decidió que ella misma por el amor que se tenían acabara con su vida, para que quedara el lazo que lo uniría por siempre y que será la pista para su reencuentro. Pero ella a pesar de todo, quedo aterrorizada, con mil y mil preguntas e indecisa ante su acción, no se explicaba porque lo había hecho, ni como pudo hacerlo, ella quedo sola. Él no estaba ahí, se libro quizás de todo lo que este mundo le daba y le daría, ella comienza a afrontar pues aun esta acá. Afronta su soledad, ese vacío existencial, esa pérdida total, esas ganas de llorar, de gritar, de odiar a todos y a todo, de no ver más, no sentir más no saber más. Pero no fue capaz de coger esa misma arma y acabar con su vida, por alguna razón, quería seguir viva y apreciar la verde pradera teñida de rojo amor.
Siguió conmigo, caminando por el mismo camino donde el sol ya no hacia brillar ni los finos cabellos, ni los ojos. A pesar que no había desaparecido, ya nada se veía igual, todo era silencioso, por más cosas que hubiera el vacio era irreconocible. Seguimos caminando, y de repente ella se detuvo, dio la vuelta y se devolvió a donde estaba el cadáver de su amado, lo miro, cerro sus ojos que habían visto por última vez el mundo, y cerro su pacto con un beso. Se levanto dio media vuelta y corrió a mi lado, y seguimos caminando.

jueves, 22 de marzo de 2012

Solo una Nota: Una persona que siempre vemos.


Los tiempos son iguales, son diferentes.. Se habla de muchas cosas y a la vez de nada… pero ¿que sería  yo sin mi imaginación? No, sería nada. Es algo que me llena, me representa y con lo cual me siento FELIZ.Un día en el parque, tranquila como en todas las tardes de sol. Vi pasar a un humilde señor, que por los trapos (no era ropa, eran trapos) que traía supuse que era un indigente. Es claro que el susto que me llevé fue enorme, ya que la designación cultural que se tiene sobre estas personas es que seguramente harán daño a quienes se encuentren. Pero tan solo el señor paso, y ahí pensé: cada persona es una sola, que vive su mundo como le toco, o, como quiere. Cada quien por mas loco que sea decide hacer o no hacer daño a los demás, muchas veces los mas cuerdos, los más ricos, los de mejor “clase”, los cultos, etc. Causan un daño social, personal y atentan contra la vida de los seres humanos.Quizás mi relatoría no continúe una secuencia lógica, tan solo quiero dar a conocer.. Cosas que viví. Un martes primero de febrero, de 2011 día en el cual iniciaba de nuevo mis horarios universitarios, y como era costumbre para llegar a la Universidad subía por toda la 53 desde la caracas hasta la séptima. Oh! Sorpresa, divise que por la misma acera venia comiendo (no se qué) un indigente, de una pensé que era de esos que te persiguen hasta hacerte algo o decirte cosas, y preciso aquel personaje me vio, voltio la cara y se dispuso a irse detrás de mí, obviamente no es cómodo que un personaje o extraño inicie una persecución contra ti, volteé a mirarlo y vi una cara como de felicidad lunática, pero con agrado le sonreí y el sonrió cada  vez más, se dio la vuelta y se marcho. Más adelante había otro, (que sorpresa) el cual me pidió una moneda, a lo cual respondí, no tengo :S y el quizás con respuestas aprendidas, o simplemente acertadas palabras, exclamo: ¡Dios te lo agradecerá!  Estas personas saben lo que hacen, saben lo que dicen, pues obvio es claro son eso seres humanos y por eso sienten, comprenden en cierto modo y viven el mundo según su realidad.Todos nosotros degradamos a estos seres, los excluimos, nos burlamos, los odiamos, o le sentimos miedo o repudio.  Pero quien afirma que nosotros somos más cuerdos o mejores que ellos? O quien acierta que nosotros no somos aquellos locos de la calle, o quizás que somos los indigentes de nuestra propia vida, que necesita la caridad de los demás para poder vivir.Es bueno cuando salgamos de casa, ver cada persona con la que nos cruzamos y dar un bella sonrisa de parte de nuestro rostro y a la vez preguntarnos ¿qué tan importante es cada ser humano para este planeta? Admirar cada una de ellas, como las demás cosas que componen nuestro camino y sentirnos afortunados de verlos mientras caminamos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Un gato con pulgares


¿Quién lo iba a creer un gato con corbata? Un gato un poco extraño, como todos los gatos y como ninguno, como unos que maúllan y otros que usan las palabras para comunicarse. Pero este gato, puede escribir, ¿no me lo crees? Es verdad, 5 dedos adornan su mano, es un gato con pulgares.
Pero si los gatos no pueden tener pulgares, ¿porque este los tiene? Tan solo este, este inusual ha sabido retar la naturaleza, un ejemplar, un gato con pulgares.
Y tú pensaras que te estoy jugando una broma, que esto es producto de mi imaginación o que quizás es una  mutación. Pero no, es un ser como tú y como yo. Bueno la verdad no, porque tú eres tú y yo soy yo. Pero en realidad existe y para que lo creas empezare a contarte la inusual historia:
Caminaba solo por la calle (si caminaba en dos pies, ah… ahora no me creerás, pues no él no andaba en cuatro patas, ¿me dejaras contarte si o no?)… iba en que, caminaba solo por la calle, buscando en que ocupar su vida, anhelando encontrar algo que robara la mayor parte de su tiempo y de esa forma olvidarla (cállate, aun no puedes saber quién es ella).
Caminaba por la verde pradera del parque de la tercera avenida, mirando a su paso cada una de las personas que transitaban por allí, miraba las parejas que por las tardes juntan sus brazos y sus labios para compartir una parte del tiempo destinado en su construcción. Miraba los niños correr, que a pesar de que no se conocían (si lo niños, ¿me dejaras contarte la historia?), que a pesar de que no se conocían, se divertían y disfrutaban de todo a su alcance en ese lugar; además miraba, los ancianos que se juntaban al frente del lago para hablar sobre el país, amores del pasado y sobre las grandiosas historias de su vida. Observaba como los rayos del sol caían sobre la copa de los árboles y formaba la tan inusual figura que tan solo la puedes recrear cuando mires tal suceso, observaba como las pocas nubes, una al lado de la otra adornaba ese azul celeste que, no todas las tardes se tiene el privilegio de admirar y por ultimo observaba su sombra sola y fría; no podía entender  como todo a su alrededor era tan cálido y armonioso, y que en su interior se sintiera un vacío tenebroso.
Siguió adelante, dejando todo atrás y se sentó en la silla más alejada del parque donde los árboles que se encuentran allí mueren poco a poco y los rayos del sol no alcanzan a llegar porque las enormes nubes hacen que el espacio sea relativamente oscuro. (Claro, debes imaginar que el parque es un lugar inmenso y ese lugar donde este gato de cinco pulgares se sentó es retirado de donde se disfruta plácidamente del lugar). Sentado allí, saco de su maletín una pequeña libreta y empezó a escribir, sus delicados dedos hacían caso a la inspiración del momento dejando grabado todo lo que su imaginación producía en el instante.  Y empezó a escribir sobre ella, sobre todo lo que sentía, cuanto la quería y cuanto dolor le hacia su partida.
Empezó a escribir (se, que aún no puedes creer que este gato con cinco pulgares pueda escribir, y si no crees esto, creo que no continuare con la historia. Se necesita que creas en todo lo inimaginable para que así comprendas el valor de lo que te estoy contando [….] Ok, si esa es tu decisión, continuare). ¿En qué iba? A claro, empezó a escribir como llego ese día, como su aurora la hacía increíblemente radiante y como poco a poco se fue apagando. (Si poco a poco se apagó, pero noooo, como dices eso, el jamás atento contra su vida. No la mato si estás pensando en ello) ella estaba enfrente de él, se acercó lentamente y empezó a acariciarlo, sus labios rosaron los labios de este inusual gato y un en un largo beso empezó el fin de su material cuerpo. Cada vez que ella pronunciaba palabra comenzaba a evaporarse lentamente.
-Te quiero en este instante… Todo lo que me hiciste sentir, jamás habitara en ningún ser de este planeta…Te Amo hasta el fin de mi imagen en tu pensamiento… Tus dulces labios, incomparables tus besos y lastimosamente compartibles, pero me alegra haber visto esos ojos donde podía observar la belleza de todo lo que a nuestro paso se encontraba y todas mis palabras, mis pensamientos de ahora en adelante tuyos, serán siempre tuyos… Y así sus pies desaparecían poco a poco, su torso se desvanecía en el espacio, su corazón ya no existía, sus labios se borraban del mundo, sus ojos lentamente se cerraban y todo su ser ya no existía.
Y cuando esto ocurrió, salió del lugar y empezó a caminar hasta que se sentó en esta silla, en lo lejano del parque de la tercera avenida, escribiendo apareciste… Mírame, mira mis manos. Yo soy aquel gato con pulgares.




martes, 20 de marzo de 2012

Zapatos



Y ahí me encontraba yo! Entre semana, el  mismo lugar en transmilenio, transcurriendo el tiempo como toda la gente de la capital, cada una preocupada por sus cosas, sus problemas, sus deberes, el amor, el estudio, la familia en fin... cuantas cosas…
De repente me fije en la ventana, mire todo ese camino que siempre transcurso, y ahí estaban…  sin dueño, botados… tan solos!!... Un par de zapatos. Sus posiciones inusuales cada uno dirigía su punta mostrando el norte y el sur. ¿Por qué estarían esos zapatos ahí?, quizás algún indigente de esta gran ciudad los dejaría botados... o quizá querrían decir algo…obviamente no podía bajarme y preguntar, iba tarde para clase.
Pero esa inquietud me rondo todo el día, la semana... hasta que como la mayoría de las cosas de las cosas que divisamos, se olvidó.
Un día, transcurriendo el tiempo en un transmilenio, volví a divisar por la ventana, vaya sorpresa me lleve, eran un par de zapatos, pero esta vez eran zapatos de mujer, inmediatamente los asocie con aquellos que había visto hace unos días atrás. Estos nuevos zapatos estaban en la misma posición de los anteriores.
Me volví a preguntar, ¿porque están esos zapatos ahí?, ¿el mismo indigente los habrá colocado?, ¿querrá decir algo la posición de esos zapatos?... ¿porque soy yo quien los ve?, o, ¿Por qué soy yo quien me cuestiono?
Me baje del transmilenio en la misma parada donde se encontraba cerca esos zapatos,  camine hacia ellos observando todo a mí alrededor, me creí una detective. Llegue al frente de ellos, mire y en uno de estos zapatos había una pequeña nota.  Observe si había alguien cerca, me agache a cogerla, la cogí entre mis dedos, la abrí y la leí.
En esa hoja, un poco sucia, arrugada estaban escritas las siguientes palabras:
¡Amor!.  Sea de norte a sur, de sur a norte, de occidente a oriente, de oriente a occidente, a donde vayas, a donde mires, a donde bajes, a donde subas estaré recorriendo tus pasos junto a ti.
Alce mis rostro y estaba él, él… corrí a  su lado, lo abrace! Nos hundimos en un largo beso y en ese beso desperté!
------¡Maldita sea!----------
Maldita sea despertar, sabiendo que no estás. Maldita sea, sabiendo que jamás volverás, sabiendo que muerto estas. Los muertos jamás vuelven, no se encuentran caminando entre calles, saludando a vecinos, transcurriendo en el tiempo para llegar a sus destinos.
¡No!, los muertos no vuelven.  No dejan un juego de zapatos para que una mortal descifre lo que quieren decir. O si?...
¿Estas muerto?... Si..., pero sigues vivo en mi corazón. Quizás sea una loca y me este imaginando todo. Pero algo si es verdad esos zapatos estaban allí, en esas posiciones. Yo los vi.
2010-03-12

lunes, 19 de marzo de 2012

La Historia Típica de la Carta


¿Y tú qué quieres de mi?, le pregunte con tanta intriga, anhelando encontrar por fin la respuesta a tan semejante duda que había llevado.

El me miro, y no dijo nada…. Me dejo mas intrigada aun, cuando dio media vuelta y se fue. ¿Qué había pasado?, ¿Por qué no me respondió tan sencilla pregunta?... Aproximadamente a 50 pasos, se dio vuelta y grito… te quiero a ti… tan solo eso… Por fin encontré la respuesta, a una pregunta mal hecha. Y ahora el pregunto: ¿A quién quieres?... me di media vuelta y me marche.
No lo volví a ver, seguí mi camino, cogí el tren con rumbo a Malagu, pequeña ciudad al norte del país, donde estaría alrededor de 1 año, trabajando con la población, era el destino que tanto anhelaba. Al llegar, me hospede, conocí el lugar, su gente, sus alrededores, etc. Pasó una semana y me dispuse a escribir la carta:

Malagu, 28 de Diciembre de 2011.
Querido sr G.S….
Saludo doloroso, pero calmante para mi alma.
Aquel día imborrable, el día que respondiste a mi pregunta mal hecha, (me di cuenta por la expresión que siempre haces, cuando hago las cosas mal), ate todos los cabos sueltos, y entendí en un pequeño momento toda la verdad. Supe que me querías. Después, cuando me hiciste tu pregunta bien formulada, no respondí. Querido sr… me conoces bien, y sabes que no me marche porque mi respuesta causara el dolor de una negación. Todo lo contrario, mi respuesta causaría el tipo y tan común dolor que envicia, el de una afirmación.
Pero sabes mis compromisos, y debía marcharme, aunque para serte franca una parte mía se ha quedado contigo, mi alma esta allá, lo note al llegar de mi viaje, ¡¡tú la tienes!!
Por eso respondo mediante esta carta…Te quiero a ti… y a la vez hago una petición: por favor devuélveme mi alma, la necesito.
Con profundo cariño…
L.T.

Pasaron los días, y comencé a con mi proyecto. Pero por más que hiciera las cosas, nada salía como lo quería, no estaba conforme con mis acciones. Un mes después de haber mandado la carta recibí la respuesta, lo cual me sorprendió. Pues el correo no están demorado, a menos que el demorado sea el remitente.

Capital, 28 de enero de 2012.
Querida Sta. L.T.
Saludo, de la persona que la está esperando.
Disculpara mi tardanza, pero le seré franco, de mis anhelos no era responder de inmediato la carta. ¿Por qué? Después le contare, o quizás se dará cuenta.
El ultimo día que la vi, supe de alguna forma que no se había marchado completamente al dar esa vuelta y coger el tren. Algo suyo, se había quedado conmigo y ahora era el dueño de esa parte.
Con respecto a su respuesta, no me  es nada novedosa. Su alma ha contado secretos que guarda, y supe quien era yo para su vida. Con respecto a su petición, no me crea un villano, pero no podre devolverle su alma, ahora me pertenece, soy el dueño de esta.
Me despido, mandándole aquello abrazos que tanto se que le gustan y lo que hacen en usted.
Sr G.S….

Al leer, esa carta quede pasmada, él comenzaría a saber mis secretos, todas las cosas que he guardado celosamente y que nadie sabe. Pero, ¿que se creía él?, porque no me devuelve algo que es mío, algo que no le pertenece. Cogí, el primer tren, sentada allí esperaba llegar pronto y pedir que me devolviera lo que me pertenecía. Faltando 5 minutos, para salir me baje del tren. ¿Cómo me apareceré, si a la final es algo que él tiene, y si no me la devuelve?.. ¿Y ahora qué hacer? Decidí, seguir con mis labores y avanzar en mis proyectos.
Seguimos enviándonos cartas, donde nos contábamos todo lo que hacíamos, lo que sentíamos, lo que nos pasaba. A la vez, le pedía que me devolviera mi alma, pero siempre mi petición era rechazada. Intente una y otra vez viajar a donde estaba él y pedírsela, pero había algo que me impedía hacer tal hecho, no era mío era un algo de otro.
Pasaron los meses, y mi apariencia no era la misma, estaba más cansada, más decaída. Y sabía porque era. El dolor en mi corazón era insoportable para este cuerpo, la ausencia de su compañera era notoria. Mi corazón gritaba desgarrado. Los días no eran los mismos, pensaba bien, pero no había sentido alguno. Era como ver un paraíso envuelto en grises, no había una motivación, todo era continuo sin esperanza...  lo amaba pero, (…) faltaba algo mas el amor a la primera persona... sabía que llegaría mi fin, así que decidí enviar la última carta implorando la devolución de la tan apreciada parte de mi ser.

Malagu, 28 de Noviembre de 2012
Sr. G.S
Propietario de mi alma.
Ante usted, por más amor que tenga. Imploro que me devuelva la parte de mi ser que me hace ser incompleta. No puedo vivir y mis días se agotan.
No es una petición, es algo que exijo.
L.T

Pasó un mes, y sabía que no había vuelta atrás. No había llegado a mis manos, ni una carta, ni una respuesta, ni mucho menos mi alma. Postrada en tal silla (aquella en la que los ancianos se mecen para recordar sus historias, sus vivencia y cuentan a sus nietos o espectadores, tales experiencias, volviéndolas a vivir en sus relatos) por más peso que había en mi pecho, comenzaron a cerrarse mis ojos, y perdí el hilo que me unía a esta realidad, perdí contacto. Mi ser, jamás llego a estar completo y ante semejante hecho no aguanto y quebrantó. Las personas que vivían conmigo, me despidieron de ¡tal forma!, llena de cartuchos y cedas blancas.
Por la noche recibieron una carta, el cartero pedía disculpas no haber podido devolverla antes, pero esta se había refundido y había dado a parar en otra ciudad.

Capital, 29 de Noviembre de 2012
Sta. L.T.
Por última vez.
El amor que mi corazón tiene hacia usted, es infinito, es incomparable. Por tal razón, he decidido devolverle su anhelada parte de su ser, para que pueda estar completa, aunque con mucho dolor en mi alma, ya que no se ha dado cuenta, que usted no está incompleta, así como yo tengo dos almas, me hace falta el corazón, ese corazón que tiene usted reemplazando su alma, y que no se dio cuenta que se lo llevó aquel ultimo día que la vi.
No se dio cuenta, todo lo que ese corazón podía decirle, todos mis secretos jamás revelados, pertenecientes a usted la única dueña de este. Así como usted era la dueña de mi corazón, yo esperaba ser el dueño de su alma. Pero como dije, me he dado cuenta que no lo seré jamás.
No siendo más, me despido con un gran dolor porque jamás la podre volver a ver, pero le diré que no hay nadie que como yo la ame, y nadie más será la dueña de mi corazón. Por tal razón, espero cuide bien de este mi único tesoro, suyo por siempre.
PSDT: Envío y libero su alma, fue una gran compañía, mi motor de vida, pues ahora sin alma y sin mi corazón, al Igual que usted, mis días se terminan. Arriesgue que  mi corazón  estuviera junto a usted, para que pudiera vivir por los dos.
Con amor.
Sr G.

domingo, 18 de marzo de 2012

Rutina

Más que un crimen 
Como todo, las cosas vienen por pura….como decirlo ¿aventura, casualidad, destino?.. Así empieza la historia de Rafael, una mañana se despertó, después de hacer su típica rutina bañarse, alimentarse… salió rumbo a trabajar, nada parecía fuera de lo normal, todo era tan rutinario, todo era lo mismo, la misma casa de la vieja, el mismo perro a la entrada de la tienda y la misma silla donde se sentaba a esperar que sus clientes llegaran por los víveres que el vendía.
Después, al cumplirse su tiempo de trabajo, se fue rumbo a su casa igual como todos los días pero algo fuera de lo común lo aguardaba, una invitación a una de las más prestigiosas fiestas del pueblo. Presuroso decidió bañarse y arreglarse, era algo fuera de lo común, era algo muy importante, era una fiesta. Había que estar bien presentable para ello.

Cuando salió tomo su coche y llego a el lugar, diviso quienes estaban allí pero no vio a ninguna mujer de su edad, todas eran muy ancianas para él. Entro, saludo y salió de nuevo, metió su mano al bolsillo saco un cigarrillo, un encendedor y se dispuso a fumar. De repente vio parquearse un carro justo en frente de la puerta de la residencia donde se celebraba la fiesta; de allí vio bajar a una muchacha, su edad 14 años (imaginó) era una joven muy bella, la cual lo dejó impactado, ella lo vio de reojo y entro a la fiesta. Rafael le siguió, pero como no iba con ella, se aparto y se dirigió a la mesa de comidas y licores, comió y bebió. Luego volvió a salir a fumarse otro cigarro. Pero, esta vez no salió solo, detrás de él, lo venía siguiendo la joven. Rafael se detuvo en la acera voltio la cabeza y la saludo: ¡Hola! A lo q ella respondió con la misma palabra. ¿Como estas? Preguntó él, un poco mareada contesto. ¿Como te llamas?...Valentina, respondió inmediatamente. ¿Cuántos años tienes? ... pregunto de nuevo Rafael…pero ella jamás respondió; por un momento nada se escucho, todo se convirtió en un silencio infernal.
Rafael se acerco a la niña, la miro y le pregunto: ¿Quieres un abrazo?, ella se acerco como si accediera a lo que él le decía, entonces juntaron sus cuerpos y se abrazaron, luego ella levanto la mirada sus ojos reflejaban la ternura de una niña, pero la pasión de una mujer y presurosa junta sus labios con los de Rafael y se volvieron a unir en un largo beso. Después de esto se escucho de nuevo un silencio pero ya no era como el de antes, ya estaba lleno, ocupado por dos almas que se encontraban y que al estar juntas no les importaba nada más. 
Al terminar Valentina mirándolo fijamente a los ojos le dice: ¡eso es lo que querías!, a lo que Rafael respondió ¿Era lo que tú querías?, después de eso no se dijeron mas, juntos entraron, Rafael la invito a bailar pero ella se negó; ya era el fin de la fiesta, Rafael salió a fumarse su ultimo cigarro antes de despedirse y allí estaba Valentina esperándolo… y paso un minuto… ella se lanzo sobre él, lo beso de nuevo y se marcho, sin un Adiós, sin un hasta luego, sin despedirse, lo dejo ahí en la calle con su cigarro solo y atónito. Y así pasó la noche entre besos y copas de alcohol, entre mujeres y tabacos, entre jóvenes y adultos.

A la semana siguiente después de la típica rutina bañarse, comer, salir, ver la casa de la vieja, ver el perro al frente de su tienda, abrió el portón, entro, miro la caja para ver con cuánto dinero contaba, alzo la mirada y la vio…. Ella tan igual, con su ternura, tan joven, tan misteriosa. Y le hablo:… le dijo que quería estar con él, que quería que se dieran una oportunidad. Rafael no dijo una sola palabra tan solo se acerco a ella y la abrazo, confirmando a la petición que ella había planteado. Pasaron las horas, pasaron los días, pasaron los meses, se formo una relación, se fueron conociendo poco a poco. Después de un tiempo la rutina, el cansancio, el no poder estar en esa relación, conllevo a la decisión de alejarse, apartarse, pero Valentina nunca entendió la verdadera causa de por qué pasaba esto.

Un día Valentina salió a buscarlo; quería cobrarse del daño causado, de repente pensó en el lugar donde más frecuentaba Rafael, se dirigió allá, entro voltio su cabeza hacia la mesa cerca a la barra y allí estaba él, de nuevo junto a esa mujer con una cara de felicidad, ella pensó…, reaccionó saco el arma uno dos tres cayó Rafael, uno dos cayó la mujer, uno cayó ella. Todos quedaron sorprendidos, pasmados nadie se esperaba que Valentina una mujer tan tranquila, fuera capaz de cometer semejantes actos.