Y ni se por qué he llegado a
sentir lo que estoy sintiendo, un sentimiento pecador e ilógico, quizás sea un
capricho, eso es… un capricho. La luz de repente invadió mi rostro y mi mente,
no dejo de pensarlo, de imaginarlo… está ahí día y noche… maldita enfermedad,
vicio que lentamente mata mi tiempo.
Ayer te vi y maldita sea no eres
nada… ahí vi que no eres tú, mi vicio, mi capricho no eres tu… es mi mente,
juega sin parar imaginando… ¿qué hacer cuando tu capricho es una ilusión?
Ese día te veías tan
inimaginable, observaba tu rostro, tu boca, tus ojos… que loca fantasía… no lo
podía creer, simplemente no podías ser real, un hombre tan real y enfrente mío…
decidí hablarte: Ho…
Ringg ringgg, “¡Claudia llevas 15
minutos de retraso, te necesitamos aquí urgente!” - Lo sabía, no podía ser
real…
Caminaba hacia el trabajo, pase y
recogí el café que siempre tomo: señorita va como tarde ¿no me diga que se le
pegaron las cobijas? hace mucho no le pasaba, desde aquel trágico accidente…
disculpe no quería recordarle, mire le tengo los chocolates que más le gustan,
Claudita que tengas un excelente día
- Gracias Luchito-
Crucé la calle, era él… no podía
estar más convencida, por fin… ese hombre que hace que mis oscuros pensamientos
sobresalgan, naden hasta la orilla y se revelen … su cuerpo, sus brazos, esos
fuertes músculos, la forma en que camina, en que mira… mirada profunda
apasionada… Ho… -
-¿Claudia?, ¡Claudia despierta!,
¿estás bien?-
De nuevo (…) si, lo estoy. Es
solo que dormí mal y aun el sueño me vence (…)
No podía ser, de nuevo, ¿es que
tendré que llevar esta maldición a cuestas? Jamás te tendré tan cerca, frente a
frente… ¡es que ni existes!... ¿Cuánto más mi hermosa mente jugará conmigo?,
¿cuánto más hará de mi vida un infierno por minutos?... ¿de dónde saldrás? ¿Alguna vez te vi?, o ¿cómo mi
mente hace para imaginarte tan perfecto? ¿Cómo mis sentidos hacen para recordar
cómo se siente cada ángulo de tu cuerpo?
…
Buenos días señorita, hoy si
madrugó… mire su café y sus chocolates, esos que tanto le gustan…
- ¡Gracias Lucho!, oh mira ese
hombre de allá, dígame por lo que más quiera, que es real…-
Es real señorita, es su novio…
bueno era
-¿era? ¿Como así que era? por qué
no recuerdo… ¿por qué terminamos?...
Claudita, él es real en este
plano, acuérdate que la realidad no es solo lo tangible… pero en el otro lado
él está muerto… muerto…
-¡Claudiaaaa! Claudia, tú no estás
bien, estas recayendo… debemos ir a la clínica…
¿Recayendo? ¿De qué hablas? Si yo
estoy bien, solo que Lucho me estaba hablando… ¿dónde está Lucho?...
-¿Cual lucho?
Lucho el de la tienda, el que
siempre me da mi café y mis chocolates…
-¡Claudia! Lucho murió en el
accidente… junto con David…
¿Qué accidente?, ¿Quién es David?
¿De quién mierda me hablas?... ¿Dónde estoy?
-Claudia estas en la oficina, acompáñame
vamos a la clínica…
_Hola Claudita, ¿otra vez por
acá?, si recuerdas quien soy…
-
Pedro, (como mierda sé quién eres, si no te
recuerdo, asombrada he quedado al decir tu nombre) creo que sí,- respondí
No te preocupes, ya ha pasado más
de una vez… soy tu psiquiatra… así que acompáñame que vamos a hablar un rato…
la última vez que saliste de aquí, me prometiste que ibas a ser responsable con
tu medicación y que no la ibas a dejar, que sabias y recordarías todo y que
ibas a rehacer tu vida… esta vez, no te podré dar todas las libertades que una
vez te di, es hora de que te hagas cargo de las consecuencias y que aceptes la
ayuda que te damos… sé que no es fácil y menos si no comprendes lo que está
sucediendo, pero debes creer en nosotros…
-
¿La última vez que salí de aquí? Acaso cuantas
veces he estado… que putas me está diciendo, que confíe en alguien de quien
solo recuerdo el nombre, jaja me están jugando una broma muy pesada doctor, más
bien déjeme ir que tengo que hablarle a un hombre…
¿A David?, no lo recuerdas
verdad… él era tu novio, próximos a casarse, iban esa mañana rumbo al trabajo,
entre sabanas había pasado las horas y se les hizo tarde… cogieron el carro,
manejaron a más de 80 km/hr… no podías seguir sin recoger el café y los
chocolates donde el señor que siempre te los vendía… El freno no sirvió, no
pudieron hacer nada y fueron a dar directo sobre la tienda de aquel señor, los
dos hombres murieron y tú mujer, has quedado en este mundo con la maldición de
no tener lo que tanto has amado y verlo en vagos recuerdos como un extraño al
que quieres poseer. Ahora entiendo porque no seguiste con los medicamentos, te
hacen olvidarlo… pero Claudia la maldición es algo que no debes cargar, debes
dejarlo volar… ya ha pasado el tiempo de los dos…
Ringg Ringg, Claudia han pasado 30
minutos y nada que llegas, ¿vas a venir o no?