domingo, 13 de octubre de 2013

Abur

Él llegó como todo a mi vida, sin previo aviso y marcando con su presencia cada momento que se aparece frente a mí… cada momento que me acerca poco a poco a conocerlo; y bueno, en sí todas las personas que se presentan en mi vida dejan huella, valoro cada momento su presencia… sin embargo, a él le concederé este espacio para narrar una más de mis historias.

Pasábamos el tiempo construyendo un mundo, vivíamos en el delirio místico del paraíso donde nuestras almas libres se encontraban y podían estar felices, sin estar sometidas a este mundo de sufrimiento, bueno eso decías tú… y yo me dejaba engañar por todas las fantásticas palabras que de tus labios volaban y de tu ser nacían.Pensé, quizás es él… ese ser que llegaba con sus pensamientos alocados y su mundo fantástico, un alma similar a la mía, empecé a admirar tus rasgos, tus facciones, tus grandes y fuertes brazos, tus ideales, incluso tus quejas y tus insultos a la sociedad.

Pero… llegó el día en que abrí mis ojos, deduje que no servías para esta vida y simplemente un adiós nos alejó por estos días, por mis días. No fue fácil, el sentir que una parte de alegría es desgarrada del alma, triturada y borrada del mapa, no es fácil…
Sin embargo la vida continua y uno más en el pasado de una vida ha quedado. Un loco, no tan loco, enfermo se ha desligado, desvinculado y aun así un buen recuerdo has dejado… es eso la vida, de bienvenidas y despedidas, de hola y adiós, de nos vemos y hasta nunca.
Un buen futuro te deseo pero para qué pensar en el mañana si desperdiciarás el “hoy”… buen presente te deseo… buen camino, abundante paz y un consejo gratuito:


“A veces los ojos no aguantan lo que el alma quiere reprimir, a veces es necesario aceptar y soltar, a veces llorar es uno de los pasos de la solución y bien el dolor está ¿por qué impedirle brotar?... que este por un momento, no quiere decir que esté por siempre… llora amigo, llora…”



Buena vida amigo…

1 comentario: